ASOCIACIÓN DE MORICULTORES DE SANTA ANA

ASMA

IMPORTANCIA DE LA ASOCIATIVIDAD.

En nuestra parroquia, la organización no es solo un medio… es la semilla que hace florecer los sueños colectivos.


Cada grupo productivo, cada mujer y hombre que se une en comunidad, demuestra que juntos somos capaces de crear, innovar y construir oportunidades que cambian vidas.

Los emprendimientos que nacen en Santa Ana son fruto del esfuerzo compartido, del trabajo solidario y de la visión de un futuro mejor. No son simples proyectos, son historias de perseverancia, donde cada producto elaborado refleja identidad, cultura y esperanza.

Cuando nos organizamos, multiplicamos la fuerza individual y la convertimos en desarrollo para todos. La unidad abre puertas a mercados, genera empleo, mejora ingresos y fortalece la autoestima de quienes participan. Sobre todo, nos recuerda que el verdadero progreso surge cuando caminamos juntos como comunidad.

El GAD Parroquial de Santa Ana acompaña este proceso con orgullo, porque creemos que el talento de nuestra gente es el motor más poderoso para alcanzar la prosperidad.
Organizarnos es crecer. Emprender es avanzar. Y juntos, Santa Ana construye su propio camino hacia el futuro.

ASOCIACIÓN DE MORICULTORES DE SANTA ANA

Desde el 12 de abril de 2023, en el corazón del centro parroquial, un grupo de productores visionarios decidió unirse y dar vida a la Asociación de Moricultores de Santa Ana. Su pasión: el cultivo de mora, una fruta que no solo endulza nuestros campos, sino que también se transforma en productos de calidad que reflejan identidad y esfuerzo comunitario.

Entre sus principales actividades destacan la venta de vino artesanal, acompañado de una variada oferta que incluye vino de mora, fruta fresca y mermeladas. Cada producto es el resultado del trabajo dedicado de mujeres y hombres que creen en el poder de la agro producción local.

Contacto para pedidos: 0999279045

 Al apoyar a esta asociación, no solo llevas a tu mesa sabores auténticos de nuestra tierra, sino que también impulsas el crecimiento económico y la sostenibilidad de la parroquia.

Con el pasar del tiempo “La juega de la Escaramuza” ha sido desplazada de su lugar original, que eran las plazas frente a las iglesias, a otros lugares poco apropiados como potreros, chacras o planicies naturales.